Emociones Programadas

LAS EMOCIONES
PROGRAMAN AL ADN


23 marzo 2012 _ águila cósmica azul [kin 195]          

El Marzo del año pasado, recibimos un mail de Mado Martínez Muñoz, periodista de la revista Más Allá, en el que nos pedía que colaboráramos, junto con Dan Winter, en un artículo sobre el papel de las emociones en nuestra genética.. de rebote, gracias a la estrecha relación de nuestra radio con las ondas, preguntó también si la música podía afectar también al ADN. Vais a encontrar, a continuación, unas palabras de Dan al respecto y un poco más abajo os dejamos las nuestras.


Sabemos desde hace tiempo que experiencias emocionales fuertes afectan a a nuestra salud.

El mecanismo mediante el cual esto sucede ha sido pobremente comprendido.
En mi libro, hace 15 años, escribí un capítulo titulado:
"Trenzando ADN -¿Es la emoción la que trenza?"

Lo que describí, ha sido, desde entonces, documentado en la ciencia.

El corazón del mecanismo del ADN no es solo la secuencia de codones de lagenética.. mucho más importante es como los emplazamientos activos entre los codones son organizados.
Este proceso, de alinear emplazamientos activos en el ADN para encender y apagar areas activas donde el ARN puede acceder y replicar las proteinas programadas por el ADN, es llevado a cabo en su mayor parte determinando, de un modo mecánico, que emplazamientos están dentro o fuera de un grueso proceso de trenzado.
El mecanismo que determina como el ADN se alinea a sí mismo para trenzarse, es como visualizar un hilo tejido para convertirse en un cordón, a su vez tejido para convertirse en una cuerda, a su vez tejida para convertirse en una cuerda muy gorda... (esto sucede, recursivamente, unas 7 veces). El ADN, como muchas estructurashelicoidales, es denominada PIEZOELÉCTRICA, porque una onda corta de presión (un voltaje) a los lados de la hebra, genera una influencia, mediante presión, contra una onda mucho más larga (una ONDA DE SONIDO) alrededor de un grupo, o envoltura, de las hebras anidadas en una hélice (segmento) del trenzado.
Así que esto es una intro de como el ADN está, efectivamente, programado para tragarse el programa eléctrico de su entorno. Cada vez que un campo eléctrico fuerte rodea al ADN, si casa con la longitud de onda de una de las trenzas (más largas) de ADN, entonces, tus genes pueden tragarse (absorber) la inercia de ese campo eléctrico (por eso el electrosmog es tan insidiosamente malo). En suma, cuando ondas de sonido que viajan por nuestro cuerpo (llamadas ONDAS FÓNICAS oFONONES) se encuentran con el ADN, entonces, las trenzas más largas de éste, pueden incrustarse, absorbiendo así a los fonones. Por supuesto, si la onda entrante está anidada en una serie de proporciones que son COHERENTES (ordenadas), entonces el ADN puede tragarse el programa sónico entrante de un modo más poderoso.
Resulta que precisamente la manera en la que identificamos la emoción coherente, es la manera en que ondas de sonido anidan en orden coherente. Así que la emoción, resulta ser un modo perfecto de incrustar carga en el ADN.
En el artículo que sigue, podéis leer mucho más, sobre como hemos medido que los armónicos de la emoción coherente en la música del corazón generan que el ADN se trence, que se anide de un modo coherente, para así afectar al mundo exterior desde los propios genes...

El punto de todo esto, es que es crítico tomar responsabilidad de nuestras emociones, pues de hecho, si que programan nuestra memoria celular. Cuando tienes acceso a felicidad, tu ADN puede implosionar con carga, para después irradiar (pues la compresión fractal [compresión sin destrucción] precede a la radiáncia).

Toda la felicidad que podamos experimentar, le proporcionará a nuestro ADN la capacidad de incrustarse (colapsar) y volverse eléctricamente poderoso en su entorno.
Para terminar, no deberíais permitir que vuestros científicos llamaran a los espaciados entre emplazamientos activos del ADN, "ADN basura", pues en realidad, son los armónicos de esas secuencias de espacios lo que permite a tu ADN ser electricamente coherente. El problema es que muchos científicos, tristemente, no se dan cuenta de que el ADN es mucho más que una pieza de juguete para conectar proteínas. El ADN es, de hecho, un generador de mini agujeros negros que está diseñado para que, doblando (plegando) la gravedad, podamos tripular tornados y luego estrellas. (Dan Winter)
La opinión de Dan al respecto de si las emociones afectan al ADN creo que ha quedado más que clara.. SI, LAS EMOCIONES AFECTAN AL ADN. Lo que acaba de explicar Dan, de un modo un tanto técnico aunque alucinantemente visual, es muy sencillo de entender.
Hemos de tener en cuenta el hecho de que todo está hecho de ondas. La realidad que conocemos es una gelatina comprimible repleta de ondas. La materia, lo que vemos a diario y con lo que estamos más familiarizados, es una forma muy densa (lenta) de energía (ondas), pero en realidad sabemos que lo que parece duro no es más que energía que se ha quedado parada en un punto (una onda estacionaria).
Es fácil pues visualizar una emoción como una onda.. como una frecuencia oscilatoria. Como dice Dan, "Si nos fijamos en la propia palabra E-Moción, nos daremos cuenta de que es lo mismo que decir Energía en Movimiento ENTRE frecuencias." De hecho, emoción viene del latín emotio, -onis, que significa "el impulso que induce la acción" (Wikipedia). "La emoción constituye el aprendizaje que hace el cuerpo al convertir campos magnéticos para dispararlos a chorro entre armónicos de cualquier escala del tamaño. El resultado, es una metabolización de efectos de campo tales que, campos magnéticos de la escala de nuestras glándulas (el ancho de banda del sonido) puedan ser enviados hacia abajo, por la escalera de caracol, hacia campos magnéticos de la escala de grupos de codones de ADN." Es decir, como todo está hecho de ondas, al sentir una emoción dada, estamos disparando una onda a chorro por nuestro cuerpo, y éste, al ser fractal, es decir, de una forma igual a todo lo que lo rodea, envía esta onda hacia fuera y hacia dentro de nuestro organismo. El lanzar la onda hacia fuera se nota en las vibraciones de una persona... así detectamos su estado de ánimo. Pero del mismo modo, esa onda que se ha originado en el cuerpo y que acaba sintiendo otro fuera, penetra hacia dentro de nuestro cuerpo y hasta las células y su ADN. Esta onda fónica que llega hasta nuestro ADN, es la que lo ha programado desde que somos niños, alineando sonicamente el trenzado de los emplazamientos activos del lugar, pero con el tiempo, puede tambien llegar a reprogramar a nuestros genes.
Si nos metemos en el campo de las emociones, parece que nos metamos en un barrizal.. la gente en seguida se lo toma como algo complejo y no facilmente solucionable... pero las emociones, como dice Dan, "son respuestas aprendidas, como la digestión" y yo le sumaría, facilmente reprogramables (todo depende de lo tozudo que se quierael ser). Haciendo caso de la sabia tradición chaina, podemos reducir las emociones a 2... cual yin y yang, el miedo y el amor, son las 2 emociones más básicas que existen, todo lo demás son matices que suelen llevar a la confusión y a dinero que vuela hacia los bolsillos de terapeutas, médicos y multinacionales terroríficas varias, que de paso envenenan al planeta.
Estos matices de miedo y amor son frecuencias de distinta intensidad, que nos hacen sentir, duda, pasión, alegría, aversión, ira, sorpresa, pánico.. e infinidad de adjetivos más que nos ayudan a describir el estado alterado de consciencia en el que nos encontramos... pero, o estoy triste o estoy contento o las dos cosas, a fin de cuentas... todo lo demás son diferentes apreciaciones de lo mismo.
Estas frecuencias, se traducen en química en nuestros cuerpos, puesto que lo que hace que el cuerpo cambie de frecuencia son las distintas hormonas que se disparan desde nuestras glándulas y que alteran nuestro organismo... de este modo podemos tener una fuerza sobrehumana en una situación de extremo estrés o podemos llorar escuchando las vibraciones armónicas de otra persona proyectadas desde un violín.
Es pues fácil de entender, que si ejercemos un desequilibrio entre la química del amor y del miedo, tendiendo hacia cualquier lado en cualquiera de sus matices, con el tiempo, esta adicción química, pueda llegar a crear un desequilibrio mayor llamado, convencionalmente, enfermedad... por ejemplo, cáncer. Y aquí tenemos la clave de toda esta conversación, que es que EL ENTORNO ES LO QUE PROGRAMA -CASI- TODOS LOS CAMBIOS EN NUESTRO ADN. Y las E-MOCIONES, la energía que ponemos en movimiento a lo largo y ancho del tiempo y el espacio, es lo que lleva a cabo esa reprogramación.
Como diría Bruce Lipton, biólogo norteamericano, "no es que un día una de nuestras células se despierte y piense... -o, que día tan maravilloso para transformarme en cáncer-", debido a que esté en nuestros genes el desarrollarlo. Ese, tristemente, aun perdura como uno de los pilares de lo que se conoce como determinismo genético, el precepto de que la genética controla nuestro destino. La gente cree que está en su genética el desarrollar una enfermedad, y que si su padre y su hermano han tenido algo, es probable que lo tengan ellos también, y en la inmensa mayoría de los casos, no es así.
Este concepto de que el ADN manda, fue instaurado después de que Watson yCrick observaran el proceso de replicación del ADN y sugirieran que el ADN controlaba su propia replicación y también, que servía como instrucciones de armado para las proteinas del cuerpo. Pero tras el proyecto del Genoma, se demostró, que el ADN son simplemente instrucciones de armado para proteinas.. que la complejidad de un organismo no podía proceder de nuestra genética, puesto que ahora sabemos que tenemos casi el mismo número de genes que un gusanomil-celulista!! Entonces... ahora que sabemos que no hay suficientes genes para ser responsables de la complejidad de la vida o de la enfermedad humanas, nuestras teorías actuales de como funciona la vida deberían actualizarse.
Bruce siempre explica un experimento con culturas celulares de cuando era joven, en el que el profesor le hizo fijarse en que eran las condiciones del ambiente lo que hacia que las células de una cultura dada enfermaran y como estamos compuestos de células, nuestros cuerpos, estas colectividades de 50 trillones de habitantes, responden del mismo modo. Responden al entorno. Entornos con estrés, electrosmog, polución, suciedad.. ponen a nuestro organismo en una condición vibratoria propicia para que con el tiempo puedan desarrollarse lo que conocemos como enfermedades... simples extensiones de hábitos emocionales, de estados frecuenciales.. de posturas ante la vida.
Lo que podemos aprender de esto.. y que deberíamos marcarnos a fuego.. es que no somos de ninguna manera porque nuestros genes lo digan.. porque los genes de nuestro padre o madre fuesen de un modo u otro, no nos genera que no podamos escapar de un modo de hacer las cosas... sino que es lo que nos han transmitido frecuencialmente, de lo que nos hemos rodeado o lo que hemos aprendido, lo que nos condiciona y favorece, con el tiempo, a que desarrollemos, o no, una vida saludable. Es también un camino que exige un poco más, puesto que como decía Dan al principio de la noticia, hemos de tomar responsabilidad de nuestras emociones, puesto que condicionan nuestros estados de ánimo y estos condicionan nuestras acciones y por lo tanto, nuestra realidad.

"En la última década, el estudio de la epigenética, del griego epi, por encima de, la genética, nos ha mostrado que las instrucciones de armado del ADN, que son pasadas a través de los genes, no están establecidas en concreto en el momento del nacimiento.  ¡¡Los genes no son el destino!!  Esto ha acabado desvelado la historia de como las señales medioambientales como la nutrición, el estrés y las emociones, son las que pueden modificar los genes sin cambiar las instrucciones básicas de armado.  Lo más importante es que los epigenetistas han descubierto que estas modificaciones pueden ser transmitidas a generaciones futuras, igual que las instrucciones de armado del ADN son transmitidas via la doble hélice." (fragmento del libro "Biology of Believe" de Bruce Lipton)

En lo referente a tu pregunta sobre si existe la posibilidad de que la música y las emociones musicales afecten también a nuestra genética, la respuesta sería que evidentemente, también. El exponernos a una música que cambie nuestro estado de ánimo, generará que estemos mejor predispuestos en unas u otras direcciones. Dan de hecho me explicó el estudio llevado a cabo por Manfred Clynes sobre las emociones y la presión. Creo que el hombre, precisamente, quería entender como era posible que Pau Casals (profesor suyo durante unas master clases) pudiera expresar con tal abrumadora claridad la sensación de gracia al tocar, tanto mejor que un alumno al que estaba recriminando el no haber interpretado con la suficiente.. Clynes generó una prueba donde se ponía a gente ante situaciones que les hacían tener respuestas emocionales varias y tras sentir la emoción, debían presionar un botón. El botón registraba los cambios en la presión a lo largo del tiempo. Clynes se dió cuenta de que la gente presionaba igual en China, que en México, que en Nueva York. Las emociones que recibimos se transfieren de un modo claro y conciso a través de nuestra presión. Por ello presionar de cierto modo un instrumento musical produce el mismo efecto emocional en la inmensa mayoría de las personas. La siguiente imagen, expone este estudio y la apreciación de Dan al respecto.

Digamos que el sonido da forma a la materia... por ello en la cimática podemos observar granos de arena que se mueven gracias a las vibraciones producidas por un altavoz y según sube la frecuencia emitida por el altavoz, los granos de arena adoptan formas geométricas definidas más y más complejas. En la biología es exactamente igual y, por ello podemos decir, que las emociones (como diferentes frecuencias) afectan sin duda a nuestra genética, y de rebote, por resonancia, al estado de nuestra sociedad, planeta, estrella...
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