Un No a la Guerra

El mundo, siempre en guerra
Si desde algún lugar en el espacio estelar, pudiéramos echar una mirada al planeta Tierra,
Montaña de Craneos Humanos

Si desde algún lugar en el espacio estelar, pudiéramos echar una mirada al planeta Tierra, hoy o en perspectiva histórica, desde que el ser humano se puso de manos y antes, veríamos que es y ha sido un planeta guerrero.

No se como será en otros lugares del Universo. Aquí, guerra tras guerra, violencia constante, masacres y genocidios, odio, destrucción y muerte, hasta llegar a nuestros días, en los que seguimos como siempre.

Observemos desde las alturas las guerras en la historia. Pero no voy a citar las del Peloponeso, ni las Termópilas, las Púnicas o Médicas; ni las de Egipto, ni de la Roma Imperial. Ni la de los Hunos, ni la de los otros. 

No quiero ni recordar las Cruzadas. Ni las de la Colonización de las Américas, ni la de Secesión Norteamericana, ni las Imperialistas o de Colonización Europea, las Napoleónicas, las de Sucesión en Castilla o las Carlistas Borbónicas o la de la Independencia. 

De aquellos polvos, son estos lodos. Siempre igual. Guerras por el dios verdadero, por los Dioses del Olimpo o el del Dinero. 

Desaparecidos en Chile y Argentina y en tantos otros lugares en la historia.

Tampoco me voy a referir a las del siglo próximo pasado: la Primera y la Segunda Guerra Mundial, modelos de la barbarie occidental. 

En Rusia, China, Japón, Corea, Vietnam y las recientes « Yugoslavas ». Ni siquiera la Civil Española. 

Demasiadas víctimas están pendientes de la reparación que el Estado les debe. En la España de la Transición y de Juan Carlos rey, todavía hay 150.000 desaparecidos, los perdedores de la guerra, esparcidos sin identificar por las cunetas y las fosas comunes.

La guerra saca a la luz lo peor del ser humano. Pese a lo que parece, las guerras han cambiado poco en la historia, si acaso los instrumentos para la destrucción, el sufrimiento y la muerte. Hoy estamos en las guerras de «cuarta generación» —comprende la guerra de guerrillas, guerra asimétrica, guerra de baja intensidad, guerra sucia, Terrorismo de Estado u operaciones encubiertas—. 

Los guerreros de EEUU no saben lo que inventar. En este tipo de guerras no hay enfrentamiento entre ejércitos regulares ni forzosamente entre Estados. Usan «drones» aviones teledirigidos y las víctimas —civiles, mujeres y niños inocentes— son llamadas daños colaterales.

Ha habido guerras de cien años, seis días o treinta y ocho minutos; de las Naranjas y de las Malvinas y las mandarinas Chinas contra Japón. Se terminó la guerra fría, pero sigue habiendo guerras calientes por interés geoestratégico. 

Guerras que caen en el olvido, por las noticias frescas de otras guerras: nucleares, químicas o bacteriológicas, de información y económicas; contra el terrorismo o contra el narcotráfico. 

Guerra Santa, relámpago o eterna. También guerra total o madre de todas las guerras. Pocas contra la Miseria y la Pobreza. Abundantes contra el bienestar y los derechos de los «miserables».

Más de veinte guerras hay hoy activas en otros tantos países; además de numerosas zonas del mundo en tensión, al borde del conflicto bélico, como Angola, Camerún, Costa de Marfil, Kenia, Haití, Turquía, Armenia, Azerbaiyán, México, Colombia o China,  Conozcamos algunos de estos conflictos.

Los conflictos tribales del Sur de Sudán, vienen del 2009, tras su independencia —de Sudán del Sur—. La causa del conflicto está originada por la escasez de recursos de primera necesidad: Agua Potable, Tierra Fértil y Ganado. Está pendiente la celebración de un referéndum en el sur del país, aunque puede ocurrir que el gobierno lo desvirtúe.

Otras Guerras se están desarrollando en Diferentes partes del Planeta, unas Independentistas, otras Religiosas y otras más Tribales o de identidad cultural o Étnica: En África: Argelia, Chad, Etiopía, Nigeria, República Centro Africana, Uganda, Yemen, Sudan y Sahara. 

En el Sudeste Asiático: Birmania, Filipinas, India, Pakistán, Rusia, Ski Lanca y Tailandia. No las olvidemos. Sobre las guerras en Mali, la de Israel contra Palestina o la actual en Siria, remito al lector a mis artículos publicados en este Diario, Y sobre la serie de la guerra contra Libia, en LaComunidad.elpais.com.

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